Con motivo del Día Mundial del cáncer de cérvix, desde la FAME, las Matronas os ofrecemos información sobre este cáncer con el fin de concienciar sobre su prevención y recordar la importancia del cribado, ya que es un cáncer 100% prevenible.

Éste constituye la tercera neoplasia más frecuente entre las mujeres a nivel mundial.

El cáncer de cérvix se trata del crecimiento de células cancerosas en el cuello del útero. La mayor parte se asientan en la zona de transformación, la zona de transición entre el exocérvix y el endocérvix.

El factor causante de la practica totalidad es el virus del papiloma humano (VPH). Existen 2 genotipos de VPH de alto riesgo oncogénico, el 16 y 18, que provocan aproximadamente el 70% de las lesiones cervicales invasivas y otros 10 tipos explican el 25-35% de los casos restantes.

Existen factores de riesgo como la promiscuidad, la edad temprana en el inicio de las relaciones sexuales, el tabaquismo, la multiparidad, el uso prolongado de anticonceptivos hormonales y la coexistencia con otras enfermedades de transmisión sexual; además de factores personales genéticos o inmunosupresión entre otros.

Los síntomas son variables, en los estadios iniciales suele ser asintomático. Más tarde puede aparecer metrorragia, leucorrea, trastornos urinarios, fecales y dolor pelviano o abdominal.

Prevención primaria:

-Educación sexual y afectiva (Educación para la salud): El VPH genital puede transmitirse por relaciones sexuales con penetración vaginal o anal, y con menos frecuencia solo por contacto genital.

Tanto la abstención sexual como el uso de preservativos reducen el riesgo de infección por el VPH. El preservativo no es eficaz al 100% porque solo protege la zona que cubre.

-Vacuna contra el VPH.  Las vacunas no tienen efecto terapéutico. El momento idóneo para vacunarse es antes de haber comenzado las relaciones sexuales, puesto que estas personas aún no han estado expuestas al VPH.

Prevención secundaria:

 El cribado se realiza mediante toma de citología, preferentemente liquida, aunque también se considera aceptable la triple toma de muestras en portaobjetos (test de Papanicolau).  La citología cervical realizada de forma adecuada y mantenida ha conseguido reducir hasta un 80- 90% la incidencia y mortalidad por cáncer de cérvix. La población diana del cribado son las mujeres que han iniciado su actividad sexual y tienen entre 25 y 65 años.

El tratamiento consiste en la extirpación de las lesiones precancerosas o cancerosas.

La matrona como enfermera especialista en ginecología y obstetricia es el profesional de referencia para la salud sexual y reproductiva en la vida de la mujer y su familia. Te informará sobre como minimizar o eliminar los factores de riesgo, y cuándo acudir a los cribados de forma puntual. Ella misma tomará la citología en su consulta: es una prueba rápida, sencilla e indolora.

No olvidéis que el cáncer de cérvix se puede prevenir. Si tienes cualquier duda, tu matrona está a tu disposición, no dudes en consultarle.